Un poco de electrochoque: Taser Photoshoot
Uno de los dispositivos electrónicos más usados para la defensa personal por un civil estadounidense y conocido por el nombre de su fabricante es el TASER. Lo hemos visto en las películas, en varias de Batman y hasta en la última de Gru, mi villano favorito 2 (Lipstick Taser!).
Su desarrollo fue impulsado por el gobierno estadounidense, quién buscaba mecanismos no letales para el control de disturbios. En 1975, Jack Cover patentó TASER, llamado así como acrónimo de la novela Tom A. Swift and His Electric Rifle.
Según Taser International, fundada en 1993, y que se dedica a comercializar los productos basados en el invento original, hay más de 13.400 agencias policiales de todo el mundo, 375.000 agentes y 181.000 ciudadanos, que utilizan armas Taser.
Funcionamiento
El Taser actúa sobre el sistema muscular y nervioso. La descarga sobreestimula los músculos del atacante poniéndolos rígidos e ineficientes por unos segundos, lo que resulta en una pérdida de equilibrio y control.
El modelo al alcance de cualquiera es el Taser C2 (400$). Sin licencia y cabe en un bolsillo. Pero estamos en España, aquí solo está permitido para el uso policial y cuestan casi unos 2000€
Pero, ¿por qué hablo de este invento?
"No hay manera de que se puedan fingir las emociones cuando alguien te golpea con unos voltios".
Como sabéis, me gusta la fusión de disciplinas, cuando la tecnología se usa de forma no convencional, como es el caso del proyecto fotográfico, Taser Photoshoot, realizado por Patrick Hall, quién ha captado las reacciones cuando alguien recibe el choque de un Taser.
Una descarga de 50.000 V y entre 2 a 4 mA
Tanto las víctimas como los ejecutores del arma eléctrica eran voluntarios. Quizás conocidos, amigos o novios. Y aunque pueda parecer una locura, sabemos que hay gente para todo. Como dice Hall: "A pesar de todos los obstáculos y que muchas personas pensaban que era un sádico, loco, o simplemente un irresponsable, decidí finalmente dejar de hablar de ello y hacerlo. Los resultados fueron bastante hilarantes".
¿Lo más curioso? Mientras que los que iban a ser electrocutados estaban ansiosos, nerviosos y sentían miedo (¿Quién no lo estaría?), los participantes que tenían en su poder el Taser estaban emocionados o contentos, y no demostraron remordimientos hasta después de dar la descarga.
Os invito a ver el video en slow motion que muestra todo el proceso del experimento ¡Ya ha superado el millón de visitas! ¿Meme a la vista?
¿Os animáis a construir vuestro propio Taser? Yo me ofrezco a dar electrochoques en honor a Faraday.