La programación y la cocina tienen mucho en común. ¿Cuántas veces habéis
cambiado la “receta principal” para mejorar un plato? ¿Cuántas veces os habéis
ensimismado frente un ordenador o en los fogones? La innovación puede
introducirse en cualquier campo; solo hace falta mucha creatividad y la
ejecución de varias pruebas.