La moda también puede ser de código abierto
La filosofía del código abierto se trata de aprender, compartir y crear juntos. Puede ser aplicada a cualquier campo, hasta en el mundo de la moda. Para algunos la ropa es tal como lo describe el DRAE, una prenda para vestir; para otros puede ser una forma de expresión de la personalidad o artística. Y si añadimos que “todo tiende a estar conectado”, la tecnología juega su parte con los wearables y el social commerce.
Open Source Fashion (OSF)
OSF es una comunidad para aquellos que estén interesados en la moda y la tecnología. Para las personas que quieren compartir abiertamente sus ideas, contactos y conocimientos por el beneficio de toda la comunidad y sus proyectos individuales.
Se fundó en 2011 por Pavan Bahl, firme defensor de las startups y del impulso de la moda en la generación digital.
El Open Source ha sido un precursor y parte de la cultura de Internet desde sus etapas iniciales, con BBS (Bulletin Board Systems) y el código fuente de BASIC distribuido en la década de 1980. Internet permitió la propagación y el intercambio de código mediante UUSP, Usenet, y Linux.
La aparición continua de nuevas tecnologías y productos están cambiando constantemente el ecosistema empresarial. ¿Recordáis aquella impresora de ropa? The OpenKnit Printer, el proyecto open source de Gerard Rubio que te permite tejer tu propio suéter en menos de una hora.
Otra referencia es el primer vestido open source en 3D. The Open Source Element Dress, de Anouk Wipprecht, te invita a crear tu propio diseño a través de la unión de varias piezas libres.
Innovar significa desafiar la industria existente y crear nuevas perspectivas, y el código abierto te lo permite sin que debas renunciar a tu autoría. La impresión 3D, por ejemplo, ha logrado un gran impacto. Puedes crear cualquier cosa a tu medida y publicar el diseño en abierto.
Fashion Free Culture
¿Sabías que la industria de la moda carece de protección de los derechos de autor porque la ley decidió que las prendas son demasiado prácticas?
“No querían que un puñado de diseñadores fuesen dueños de las bases fundamentales de nuestra ropa”.
“Al no haber derechos de autor en esta industria, existe una ecología de la creatividad muy abierta y original”.
Os recomiendo ver la charla TED de Johanna Blakley, sobre qué pueden aprender las industrias creativas de la cultura libre de la moda.
Imagen portada: Tavi Gevinson.