5 prácticas efectivas para controlar equipos remotos
Es complicado saber cómo dirigir un equipo remoto porque es muy diferente a trabajar presencialmente. En este artículo explicamos 5 puntos clave para conseguirlo.
Un gran número de empresas importantes hoy en día tienen visiones contrapuestas de la productividad de los empleados. Por su lado, empresas como Google ofrece alimentación gratuita en sus establecimientos, acceso a un gimnasio y otras facilidades con el fin de que el trabajador se sienta bien y motivado. Facebook y Twitter siguen una línea similar.
Por otro lado, empresas como Automattic, GitHub y Mozilla, apuestan un trabajo realizado a distancia, por equipos remotos.
Si bien ambos modelos son buenos, decantarse por un modelo remoto puede ser más viable para startups que no tienen la capacidad – aún – de ofrecer todos los beneficios que ofrecen hoy en día las macro empresas. Un modelo remoto permite mantener bajos los costos, otorgar flexibilidad a los empleados y por si fuera poco, te abre en gran manera la posibilidad de escoger candidatos adecuados sin importar su ubicación.
Hoy en día existe una amplia gama de programas informáticos que permiten que se pueda dirigir un equipo remoto sin problema alguno. No son solo las empresas que están adoptando esa modalidad, sino también los trabajadores.
Como todo en este mundo, esta modalidad de trabajo tiene una desventaja, y es que no todas las personas son más productivas cuando trabajan de manera remota. Igualmente, se puede dificultar la tarea de contactar a un empleado en situaciones de emergencia.
Aquí te entregamos las cinco mejores prácticas que te permitirán dirigir equipos remotos de la mejor manera.
1. Establece normas claras de comunicación
Es importante que la comunicación entre el jefe o el encargado y los trabajadores sea constante. Debido a que se torna un poco más fácil que haya mal entendidos entre compañeros, es buena idea realizar una o dos reuniones diarias, dependiendo del tipo de trabajo que se realice.
Mandy Brown, directora general de Editorially, afirma que el registro de las reuniones para una revisión posterior es una excelente idea en cualquier situación de dudas. Esto facilita las cosas y no demanda una segunda reunión. La comunicación es vital para que las cosas caminen de manera correcta. Establecer un estándar de comunicación y exigir que se cumpla será fundamental.
2. Optimiza tus herramientas de comunicación
Muchas veces ocurre que una llamada tradicional no es suficiente, por eso es importante que el trabajador se sienta involucrado. Las videoconferencias son una excelente opción para esta acometida.
Actualmente, las oficinas tienen la capacidad de incluir herramientas de trabajo en equipo como redes sociales internas, salas de chat, y pizarras interactivas. Sin duda, el correo electrónico es la forma de comunicación más usada, pero esta suele ser la menos eficiente, por eso incita a tus trabajadores a utilizar otras herramientas, como lo puede ser la videoconferencia.
3. Presta atención a lo que sucede en los equipos
Es importante conocer qué está haciendo cada trabajador, qué trabajo está realizando y de qué manera con el objetivo de que se esté trabajando conforme al objetivo planteado. La comunicación entre los trabajadores también es importante, asegúrate de que esta fluya adecuadamente.
Asimismo, todo líder de los equipos que dirijas debe ser un comunicador efectivo, responsable, que te rinda cuentas y sepa exactamente qué está haciendo cada miembro del equipo en todo momento.
4. Crea empleados responsables
Como fácilmente se puede imaginar, el trabajador a distancia tiene la posibilidad de desviarse un poco con la responsabilidad real del trabajo. Por esta razón, es muy importante asegurarse de que cada trabajador cumple con su responsabilidad a cabalidad. Trata de encontrar un equilibrio entre ser un jefe controlador y limitarte a comunicar tus expectativas: presta atención a tu equipo, pero no lo ahogues.
5. Elige sabiamente a los miembros de tu equipo
Por todas las “desventajas” que puede tener esta modalidad, es crucial elegir con sabiduría a cada individuo que va a formar parte del equipo. Es determinante seleccionar a esos candidatos responsables, motivados, enfocados y con ganas de crecer. Si algo no te huele bien, no ignores tu instinto.