¿Qué se siente al escribir código?

Conexión

Hay momentos en los que estás sentado frente al ordenador o PC, con el editor de texto abierto y escribiendo en el teclado como si estuvieras tocando la Quinta Sinfonía de Beethoven. No te puedes detener, no quieres, estás conectado y concentrado, te sientes productivo, estás construyendo algo.

Amas ese sentimiento, es adictivo. Luego aprendes a dominarlo, te enseñas a ti mismo a tomar el control. La mejor parte, es que depende de ti y de tu materia gris, nadie va a escribir idénticamente ese código.

Alivio

No todo es felicidad y alegría, a veces tienes que enfrentarte a situaciones que no deseas. Por ejemplo, la migración de bases de datos que puede ser bastante molesta, modificar el código de otros programadores (¡APRENDE A COMENTAR TU CÓDIGO!, cita típica de alguien furioso) o incluso mover archivos a través de un cliente FTP.

A veces cuando terminas gritas: "¡SÍ!" Y te sientes como Chuck Norris, es decir, te sientes dios. Otras veces, tu cerebro va a 1000 rpm y deseas resolver este pedazo de **** tan pronto como sea posible, y cuando por fin cuando lo haces, no hay gritos, solo un suspiro de alivio.

Lo bueno de todo esto es la sabiduría. Tu cerebro absorbe todas estas experiencias y las transforma en conocimientos, por lo que la próxima vez que te enfrentes a una situación similar, serás un as y sabrás qué hacer exactamente.

Arte

Siempre he considerado que la codificación es un tipo de arte, porque se construyen cosas de la nada. Cuando se abre el editor de texto, pulsas Ctrl + N, tienes delante de ti un archivo en blanco, ni siquiera un carácter escrito. Todo depende de ti.

El código se escribe como cuando un artista traza líneas en un lienzo limpio. A medida que mejoras y aprendes más sobre el código "limpio" y empiezas a comentar tu código, pareces un poeta escribiendo pasajes. Si no te gustan los poetas, busca una metáfora análoga que te haga enorgullecerte de tu trabajo (un poco de ego no es malo).

Estas experiencias son comunes entre los desarrolladores y es lo que me hace amar saber programación, no es el dinero, ni el orgullo, ni el ego. Me encanta el código porque ofrece la libertad de dar vida a las ideas, tienes el poder y el conocimiento para hacer lo que quieras con algo tan simple (y complejo) como es un ordenador

Si eres un “pica código” te sentirás identificado. Si no, nunca es demasiado tarde para aprender, hay muchas herramientas. ¡Empieza a construir algo!

Fuente: Mauro Casas en Medium, fotografía de Sarah Illenberger