¿Podríamos sobrevivir a una epidemia zombie?
Un zombie es un cadáver reanimado que se alimenta de carne humana viva. Su origen se remonta a las creencias vudú. Supuestamente el término podría venir de la palabra 'jumbie', que significa “fantasma”. Otra posible opción es 'Nzambi' que en el Kongo significa “espíritu de una persona muerta”. Según el diccionario Merriam-Webster, la palabra 'zombie' se origina de la palabra 'Zonbi', utilizado en la lengua haitiana. De acuerdo con esta cultura, un Zonbi representa a una persona que murió y que luego fue traída a la vida sin libre albedrío.
Los zombies modernos (de los libros, películas y videojuegos) son muy diferentes a los del vudú y el folclore. Siguen un estándar establecido gracias al éxito de la película de George Romero, Night of the Living Dead (1968). Son representados como monstruos que no sienten dolor y que tienen un gran apetito por la carne humana. Su objetivo es matar, comer o infectar a las personas. Las principales características que comparten es que caminan con pasos irregulares, tienen signos de descomposición física, como carne podrida, ojos descoloridos y heridas abiertas. Además, suelen estar relacionados con un apocalipsis o colapso de la civilización.
Las historias de las películas de zombies, videojuegos, etc., suelen ser deliberadamente vagas e inconsistentes respecto a la explicación de cómo se produce la plaga. Hay algunas ideas que incluyen la radiación (Night of the Living Dead), la exposición al aire de un virus (Resident Evil) o enfermedades mutadas transportadas por diversos vectores (Dead Rising). Luego hay otros "tipos" de zombies, caracterizados por algunas películas como 28 días después y el remake de Amanecer de los muertos en las que los zombies pueden moverse más rápido, son más independientes e inteligentes que sus homólogos clásicos.
Pero, ¿a qué viene que hable de zombies? ¿Dónde esta el toque geek?
Los científicos de hoy se preocupan mucho por la gripe. Philip Munz se interesó en una posibilidad más devastadora: un brote de zombies. Luego de ver un montón de películas sobre los muertos vivientes, este estudiante de la Facultad de Matemáticas y Estadística de la Universidad de Carleton, se dio cuenta de que la zombificación podría ser considerado como un paradigma clásico de una propagación infecciosa: la gente es mordido por los zombies, después se convierten en zombies y comienzan a morder a otros.
Munz decidió utilizar las herramientas de la epidemiología para responder a una pregunta de salud pública: ¿podría la humanidad sobrevivir a un ataque zombie?
Con las ayuda de un profesor y dos compañeros construyó un modelo matemático basado en una ciudad con un millón de habitantes, en la que se produce un brote cuando un zombie llega a la ciudad. El criterio establecido fue la velocidad de la infección. Según las películas de George Romero, después de ser mordido, las personas se convierten en zombies en 24 horas y a veces no se dan cuenta de lo que les está pasando hasta que cambian.
Los resultados obtenidos fueron muy negativos. "Después de 7 a 10 días, todo el mundo estaba muerto o era un zombie". Así que intentó varios contraataques. La cuarentena no funcionó; sólo dio un par de días adicionales de supervivencia a la humanidad. Incluso la creación de una "cura" para la zombificación condujo a un resultado desalentador. Aunque fue posible salvar entre un 10 a 15 por ciento de la población, casi todo el mundo era zombie. (La cura en su modelo no era permanente, podrías ser remordido y rezombificado)
Sólo hubo una solución ganadora: defenderse con fuerza y rapidez. Sí, después de que los primeros zombies emergan, la humanidad debería comenzar una política de "erradicación" de tal forma que los zombies puedan ser derrotados. Según Munz, es lo que mismo suele salvar a la humanidad en las películas de zombies. "La gente finalmente se da cuenta de lo que pasa y llaman al ejército". O como él concluye en su documento de investigación: "La forma más eficaz de contener el aumento de los muertos vivientes es un golpeando duro y golpeando repetidas veces”.
Fuente: NYT