De cero a libro.

En noviembre del 2015, publiqué un libro corto llamado “Recuérdame”. Llegó al top 10 en ventas de su categoría por 24h en Amazon y aún a día de hoy vende copias. Pocas, pero las vende. No estoy presumiendo, en realidad, si la intención hubiese sido vivir de ello, consideraría el resultado como un terrible resultado. Pero también hay que tener en cuenta que el relato sólo fue un “tester” preparado en dos meses, yo no sabía nada de escribir, maquetar o publicar libros y quería aprender rápido, en directo y sin pasar por un curso. La ficción tampoco era lo mío y no sabía ni cómo empezar a narrar algo imaginario. Considerando todo eso y que en general me llegaron mayoría de feedbacks positivos, la cosa me salió bien. En base a dicha experiencia, he decidido hacer una guía para regalarla por ahí, de todo lo que tuve que tener en cuenta, preparar y aprender para publicarlo por mí misma. Es en parte una recopilación de consejos prácticos, en parte ayuda técnica y en parte referencias externas útiles a tener en cuenta. Esta guía no te convertirá en el próximo George R. R. Martin, yo misma no lo soy; por lo cual, se me torna imposible convertirte en ello. Además, humildemente soy consciente de que es bastante básica y vas a tener que leer más manuales por ahí y echarle muchas horas de interés después de leer esto. Sin embargo, si tu intención es como la mía fue, demostrarte que puedes hacerlo y quieres crear algo decente pero no sabes mucho del tema todavía, te ayudará alguno de los puntos casi seguro. Y si de todas formas no pretendes escribir un libro pero tienes curiosidad, espero que te ayude a valorar más el trabajo que hay detrás de un simple relato publicado y consideres la posibilidad de ayudar a tus autores favoritos. No específicamente a mi, lo digo en general. Las cosas buenas son difíciles de crear, para todo hay que aprender y lo menos que se puede hacer es apoyar a aquellos con la intención, conducta y motivación para hacerlo.


Empecemos por que hay grados de comprensión lectora. Ciertos textos requieren más habilidad que descifrar los símbolos sobre el papel y la escritura no es nada sin su lector, lo exige. Es frecuente argumentar que hay quien no escribe para ser leído, pero necesariamente esto es falso. Inclusive si no escribes para otros, tú eres tu propio lector. La escritura de la época minoica llamada Lineal A, espera aún ser descifrada y no tiene lectores, en este caso la llamo escritura por mero trámite, en realidad es criptografía. Hay que leer mejor, para escribir mejor. Aquí se parece al cuento del huevo y la gallina, ¿qué fue primero? Necesariamente, aprendes a ser lector y escritor simultáneamente y también se mejoran ambas habilidades simultáneamente. Ningún escritor digno de ese nombre ha llegado a donde está sin haber leído mucho y bien. Con esto vengo a decir que si quieres escribir algo bueno leas mucho y a los mejores. Existen muchos libros para aprender a escribir mejor. Desde la Gotham Writers’ Workshop, la escuela de escritura creativa, hasta Orson Scott Card, han publicado manuales. Pero para ser francos, lo mejor que puedes hacer es leer mucho de lo bueno, escribir a ciegas y equivocarte un millón de veces para ir interiorizando tus fallos. No estará de más que te conviertas en un usuario acérrimo de Fundéu y la RAE para cada palabra que no entiendas.

¿Cómo encontrar la idea para un libro?

Lo que a mi me funciona es observar. Veo a la gente e imagino toda una película de vida. También está que muchos escritores como J.K. Rowling o no escritores como Richard Branson, aseguran que no salen de casa sin una “libreta de campo” para apuntar lo que van viendo por ahí, y parezca que pueda servir para sus trabajos. Yo la verdad no apunto lo que veo en la escena, lo recuerdo, pero lo cierto es que la mayor parte de la gente necesita ver cosas para inspirarse. De todas formas, el sistema con el cual te ocurra no te lo pueden enseñar, tienes que descubrirlo. Normalmente la gente que dice no tener ideas se equivoca. Cualquier cosa que uno ve, oye o le ocurre, le suscita una idea. Lo que efectivamente no tienen es muchas ideas susceptibles a poder expandirse para llenar un libro. Y es que de esas todos tenemos pocas. ¿Cómo saber si una idea merece la pena para un libro? Basta y sobra con que: a) no esté explotada ya, b) que te guste lo suficiente para poder desarrollarla y c) domines lo suficiente el tema como para poder al menos comenzarla. Se saben los puntos b y c, haciendo un plot — trama o argumento en español — . El plot, no es escribir la novela. Es crear la columna vertebral de la historia. Incluye la introducción, el nudo y el desenlace y a partir de esto, se va expandiendo el mundo literario interrogándose a sí mismo sobre los detalles. Se amplia la complejidad de la narración de lo general a lo concreto no al revés. Y por seguro no es buena idea empezar a escribir en seco, uno divaga, se pierde, explota la idea yendo al grano demasiado deprisa, y a medio camino no sabe cómo seguir. Quizás puede funcionar para relatos cortos, o existan personas que puedan hacerlo, no digo que no, pero personalmente no es algo que recomiende. Haz un buen mapa narrativo, sigue tu guion y pivota sólo en los detalles. Yo hago mapas o guiones de contenido incluso para entradas como esta. Sé que suena más romántico imaginar que me siento aquí y todo me sale coherente a la primera, pero no.

Primeras frases de tu novela.

¿Por dónde empezar? La mayor parte de escritores está o parece estar de acuerdo en que lo mejor es asomar directo e incluir las descripciones de pasada. De las primeras dos páginas hasta el primer capítulo depende atraer y retener al lector. Hay que mencionar cuanto antes lo que hace tu historia especial y presentar una situación preliminar que genere interés. Normalmente, hay algunos apartados u episodios en forma de capítulos cortos “de relleno” en los que pasan pocas cosas importantes para la trama general pero se exponen situaciones del universo literario, describen personajes secundarios, narran historia previa a modo de precuela inserta, etcétera. Estos apartados son por supuesto importantes, pero no se ponen al principio porque no enganchan y dan la errónea sensación de que si empieza así, toda la historia va ser plana. En cuanto al personaje principal, independientemente de si es uno o varios, es importante que sea lo más carismático de la crónica. Las personas aprecian el paisaje pero no se identifican con el. Desde las primeras páginas hay que atribuir al protagonista unos valores y cierta actitud que permita al lector ponerse en sus zapatos para que quiera saber qué le pasa. Ten en cuenta que no leemos una novela de ficción sólo para entretenernos, aunque nos entretenga, sino para probarnos en otros ambientes, sumergirnos en ellos y en especial, para ser, vicaria pero efectivamente, al menos por unas horas, otros.

Errores técnicos frecuentes.

  • Los capítulos. Que el primero tenga treinta y tres páginas, no implica que el siguiente deba tener otras treinta y tres. Los capítulos sirven para ordenar el contenido, no para hacer meros pauses/cortes como en la televisión. No son “descansos”, así que un episodio no te puede estar quedando “demasiado largo”. Hay autores que escriben la historia de corrido y luego hacen las separaciones, y otros que trabajan escena por escena independiente. Yo veo más fácil y práctico lo segundo, pero en ambos casos, ayuda imaginar tu novela como una obra de teatro. Los pauses tienen que estar justo entre hito y hito característico de la trama. Si no ha pasado nada y el telón se baja de buenas a primeras, queda totalmente antiestético.
  • Página de derechos. En muchos libros electrónicos de autores autopublicados se echa de menos la página de derechos o de copyright. Independientemente de que tu libro sea gratis o de pago, no deberías dejar de hacerla. En caso de no tenerlo, ¿estamos seguros de que el autor es el autor? ¿Podemos plagiar o piratear el contenido?¿Es el contenido plagiado? ¿Cuando se publicó? Hay mil y una preguntas que sin la zona de derechos no se responden. Amazon aporta un número de identificación a vistas legales válido como los ISBN, sin embargo, yo te recomiendo que lo registres en algún banco de evidencias de autoría y derechos relacionados bajo la atribución que más te guste. Por ejemplo Safe Creative o Creative Commons.
  • Índice. Todo libro, independientemente de su formato, debería tener un índice. Me refiero a una página con una tabla de contenido, en casos electrónicos con hipervínculos. El índice es fundamental para facilitar la navegación y saltar a diferentes partes específicas, sobre todo si tu libro es muy largo. La verdad yo al mio no se lo puse porque era demasiado corto, pero si superas las cien páginas, resulta bastante cruel para con tu lector hacerle buscar manualmente un capítulo o una sección específica pulsando cientos de veces el botón de avance del lector electrónico.
  • Sangrías. Ya dentro del texto, para seguir una lógica coherente, están los errores con las sangrías. Las publicaciones electrónicas, como los blogs y las ediciones digitales de revistas y periódicos, tienden a prescindir de la sangría y en su lugar separar un párrafo de otro por medio de espacios dobles entre ellos, de acuerdo con el modelo de párrafo moderno. No queda otra que hacerlo, por ejemplo aquí o en Medium, carece de la opción de sangría y si intentas unir espacios, no los escribe. Pero la verdad es que la sangría en la primera línea de un párrafo es un elemento ortotipográfico ineludible en español. En nuestra lengua, el párrafo normal u ordinario representa el cuerpo de un texto y la sangría representa el inicio del nuevo, dos “Enter” en realidad no representan el punto y aparte, son un fallo y ya.
  • Usar guion en vez de raya para los diálogos. Principalmente por desconocimiento de la norma en cuanto a los signos ortográficos, en muchos libros electrónicos los autores han confundido las funciones del guion (-) con las de la raya ( — ), específicamente en las reproducciones de diálogos al comienzo de un párrafo y los comentarios del narrador. Si además colocan un espacio después del guion (la raya no lleva espacio después), al pulsar “Enter” se convertirá automáticamente en un lista que usa el guion como viñeta y aplica una sangría doble lateral. Son dos errores en uno, ni se usa ese símbolo, ni los diálogos se separan del borde. El guion forma parte del teclado estándar — está al lado del shift — mientras que la raya debe ser insertada como símbolo (aparece en la lista de caracteres especiales de los editores de texto). Es posible que personas poco familiarizadas con el empleo de caracteres especiales usen sólo el guion porque no saben que hay otra alternativa pero independientemente del editor que uses, tiene que tener una lista de caracteres especiales.
  • Las comillas. Su uso debe ser consistente a lo largo del texto. Hay que decidirse entre las comillas angulares (« ») o las inglesas (“ ”) y ajustar el sistema entero. En cuanto a las inglesas, conviene confirmar el uso de las comillas curvas (“ ”), no las rectas (“ “).
  • La coma. Por lo general se peca más por exceso que por ausencia. Un error muy común consiste en colocar la coma separando sujeto y predicado de la oración, así como antes de las conjunciones copulativas (y, o). Lo más probable es que en caso de que tengas mucho fallo en esto, sea mejor dar el borrador a uno o varios correctores. Si te es posible, también está la opción de contratar a un profesional que se dedique a ello.

Qué programa usar para escribir tu obra.

Hoy en día puedes escribir tu libro hasta desde un tablet y en programas de ordenador, existe un abanico inmenso que va desde el que dicen es el más completo: Scrivener, hasta usar el típico Word o Libre Office en versión OpenSource, pasando por decidir hacerlo online en la nube con la suite de Google Docs. Las opciones son incalculables y la verdad yo no me las sé todas, pero no recomiendo entretenerse ni tomar demasiado en cuenta “lo que usan los demás”, casi todos cumplen las mismas funciones y sirven de sobra para el propósito. Vas a tener que pasar muchas horas ahí así que lo más importante es que te guste a ti. Yo escribí mi historia sin formato en un editor minimalista a pantalla completa y luego en una Suite Office le hice los cambios requeridos. Dicho sea de paso, hay una buena cantidad de plantillas preformateadas para manuscritos en casi todos los editores más usados. Esto te ahorra totalmente estar pendiente de sangrías, guiones, títulos y encabezados y demás cosas. Aquí tienes una para Docs, esta otra para Open Office, aquí Libre Office y aquí Microsoft Word. Seguramente habrá para otros editores, son fáciles de encontrar googleando un poco.

Preparar un manuscrito para su conversión a MOBI o EPUB.

Imaginando que ya tienes tu manuscrito en tu editor favorito, no lo vas a regalar en un formato editable, sería absurdo. Hacer un libro en PDF es fácil: Guardar cómo .pdf, ya está. Y se verá exactamente así lo abras donde lo abras y nadie lo podrá modificar. Para vender o regalar tu libro en pdf, hay muchas plataformas. Si quieres venderlo, los más conocidos son Lulu y Payhip. Para regalarlo lo ideal es subirlo a Dropbox o Drive. También existen las versiones “freemium social” que consisten en pedir una recomendación para desbloquear la descarga; de este tipo está Pay With a Tweet. Sin embargo, que un pdf se vea bien no implica que al pasarlo a EPUB o MOBI sea así, de hecho, es muy probable que si lo intentas directamente resulte una — disculpas anticipadas — caca como un pino. Me voy a centrar en MOBI, dando por sentado que quieras sacar tu libro en la tienda de Amazon. Para tener un eBook que funcione correctamente en el Kindle, Amazon tiene una plataforma llamada Kindle Direct Publishing (KDP), que permite subir archivos y convertirlos en eBooks a partir de un .doc o .docx ya limpio. Con limpio me refiero a eliminar todos los elementos que suelen causar problemas de conversión. Se usa la herramienta “¶ Mostrar” que normalmente está en la sección Párrafo de los editores. Los EPUB y MOBI, muestran todos los "¶¶¶¶" como espacios adicionales, no los elimina ni los ignora, de forma que quedan huecos blancos sin sentido por medio del documento. Cuando no haya espacios, se aplica formato. Si has usado una de las plantillas no tienes que hacerlo, pero en caso manual, hay que aplicar al menos dos estilos: Normal, para el cuerpo del texto, y Título 1, para un nivel de títulos; por ejemplo, los encabezados de los capítulos. Para el estilo Normal, mi recomendación es la siguiente:

  • Alineación justificada.
  • Sangría de primera línea entre 0,75 cm y 1,25 cm.
  • Interlineado simple.
  • Sin espacio entre párrafos.
  • Tamaño de fuente entre 10 y 14 puntos.

Para el estilo Título 1:

  • Alineación centrada.
  • Sin sangría.
  • Tamaño de fuente entre 1,5x y 2x que el establecido en el estilo Normal.
  • Interlineado simple
  • Negritas

Cabe esperar que los libros de no ficción tengan otros niveles de títulos (Título 2, Título 3...) para distinguir secciones dentro de los capítulos. También se pueden definir estilos personalizados para epígrafes, citas textuales en párrafos aparte, leyendas de imágenes y otros elementos. En cuanto a letra, lo normal en literatura es usar fuentes serif para publicar, tipo Georgia por ejemplo, y hay un uso muy extendido de la Courier new para el manuscrito original que se envía a las editoriales pero es bastante personal y en realidad puedes usar la letra que quieras siempre y cuando no te de por la Comic Sans. Ahora, y esto es importante, los saltos de página. Hay que colocarlos al final o al principio (nunca doble porque genera “hojas” en blanco) de cada capítulo o sección. Los saltos de página son fundamentales porque de lo contrario, el Ebook no puede identificar el cambio de capítulo y lo pega todo de continuo. Insisto, dar varias veces a “Enter” no funciona, parece una tontería pero hay gente que lo hace y esto sólo genera espacios "¶" que ocupan más o menos dependiendo del dispositivo que lo visualice pero no hacen nunca correctamente los “page break”. En cuanto al texto enriquecido, y me refiero con enriquecido a imágenes e hipervínculos, ambos deben ser insertados con — valga la redundancia — la opción Insertar, del editor. Es especialmente importante en imágenes porque si se arrastran o se da cntrl+v, después de la conversión no conservan en formato que se les dio. El cual debería ser preferentemente: en línea con el texto, centradas y sin bordes alrededor. También hay que cuidar que sean nítidas y tengan buen contraste porque muchos e-readers las muestran en blanco y negro. Para ampliar conocimientos de editores de texto, dejo este curso de 9h de Libre Office por si—cosa poco probable— no sabes nada de nada sobre editores. Casi todos son similares y basta con aprender a usar uno para dominar los demás.

Portadas.

Por último, la portada. La tentación es empezar por ella pero no lo recomiendo hasta tener mínimo el primer borrador completo. Es empezar la casa por el tejado y luego ver que te quedó más ancha de lo calculado. La cosa es que los elementos llamativos de la historia suelen variar de nivel conforme uno escribe y lo que parecía algo importante y susceptible a quedar bien luego ya no sirve por haber pasado a un plano demasiado sutil. Sean inteligentes con la portada y no escatimen esfuerzo en ella, hay que ser un lector muy maduro para no dejarse llevar por la tapa. Yo aún recuerdo que en el instituto cogíamos sistemáticamente la tapa más bonita y ya. Esto te sorprenderá la cantidad de adultos medios que lo siguen haciendo. De la primera impresión depende que recuerden tu libro. Ahí está que todos recordamos que la tapa de El Secreto aunque sea horrible —consecuentemente con su contenido— porque llama terriblemente la atención y esto ha ayudado muchísimo a sus ventas. Como soy minimalista y sé dibujar, mi primera portada la hice yo misma en blanco y negro. Después la descarté y contraté a un profesional porque sé que el BN no vende, no a todo el mundo le llama la atención y yo soy demasiado escueta usando el color. Fue la única cosa que compré para mi libro y la considero buena inversión. En todo caso, hay bancos de imágenes libres por ahí —por ejemplo Unsplash—que puedes usar y si buscas lo suficiente, encontrarás alguna que te pegue. Pero ten en cuenta siempre que las imágenes deben ser libre de derechos, propias, con permiso de uso del dueño o compradas. Sería muy muy hipócrita vender una obra, presupongo que no queriendo que te la plagien, plagiando el trabajo de otro en la portada. En Amazon KDP, la tapa se sube aparte, así que no hace falta tenerla dentro del archivo .doc, la versión pdf sí lo necesitaría. Y cuando tienes ya todo subido a KDP, ten en cuenta que permanecerá en estado “pendiente de revisión” entre 8 y 24 horas. Lo digo porque si tu gran estreno es hoy, por precaución lo mejor habría sido empezar a subirlo ayer.

Ahora ponte a escribir : )